jueves, 8 de abril de 2010

NO ERA MEJOR ELEGIRLOS ALBAÑILES

La verdad es que, personalmente, según criterios humanos, los Apóstoles no eran gran cosa.

No eran de los que nosotros hubiésemos elegido para emprender algo importante en la vida.

Con ese puñado de hombres no se habría formado una empresa, ni un ejército... ni siquiera un equipo de fútbol.

El único que se salvaba un poco era Mateo, que tendría más cultura y viviría con cierta soltura económica.

Y quizá Felipe, que era de origen griego y probablemente habría recibido cierta educación.

¿Los otros? vivían al día, lo que pescaban lo vendían y así iban tirando. Su cultura era la propia de su oficio.

Eso sí, de redes, de peces, del estado del lago... eran expertos. Pero tampoco tanto: alguna vez sus esfuerzos por pescar quedaban estériles.

Desde el punto de vista de la influencia social, no parece que tuvieran mucho peso, incluso en el ámbito del pueblo de Cafarnaún.

Más influyentes serían el rabino, que era maestro a la vez, el curandero o los negociantes con otro género de mercancía.

Los pescadores estaban mucho tiempo fuera del pueblo y no contaban demasiado con ellos.

No eran tampoco muy inteligentes, al menos en lo que se refiere a las realidades sobrenaturales.

San Marcos cuenta, en el capítulo 8, cómo el Señor se sorprende cuando no entienden la comparación de los fariseos y la levadura. Otras veces no entienden las parábolas más sencillas.

Pobres, ignorantes, dice san Josemaría.
Y ni siquiera sencillos, llanos. Se enfadan entre ellos sobre quién es el mayor. Ambicionan tener cargos.

Fe, poca. Y eso que han visto de todo: resucitar muertos, curar enfermedades, multiplicar el pan y los peces, calmar tempestades, echar demonios.

Y Pedro, que será el primer Papa, tiene que escuchar de Jesús: apártate de mí, Satanás, porque no entendía nada.

La verdad es que los estamos poniendo bonicos. Pero esto da una idea de los hombres que escogió el Señor para que estuvieran con ÉlJesús llamó a los apóstoles y nos llama a nosotros. Eso es lo importante. Dios suele buscar instrumentos débiles, para que se vea que todo lo hace Él.

Parece como que el Señor no tenga muy en cuenta nuestras pocas condiciones. Le podemos aplicar el dicho de que el amor es ciego.

Tú quieres hacerte ciego
al elegirnos. No te fijas en nuestros méritos no en que tengamos unas cualidades excepcionales.

Nos has elegido porque nos quieres, y por nada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario